En un mundo que avanza rápidamente hacia una población estimada de 10 mil millones de personas para el año 2050, la presión sobre nuestros recursos naturales y sistemas de soporte vital está alcanzando niveles críticos.
El concepto de economía circular ofrece un marco prometedor para abordar estos desafíos de manera efectiva. Este enfoque no solo busca reducir el impacto ambiental, sino también mejorar la eficiencia y fomentar un ciclo de vida prolongado de los recursos.
A continuación, exploramos estrategias clave en diversas áreas que son esenciales para la transformación hacia una economía más circular y sostenible.
TRANSFORMAR EL SISTEMA ALIMENTARIO GLOBAL
Para satisfacer sosteniblemente las necesidades nutricionales de toda la población, frente a un incremento global de ingresos que aumenta la demanda y producción de alimentos, se debe evitar el aumento del desperdicio manteniendo el statu quo. La relevancia del comercio mundial de alimentos, considerado una necesidad y derecho humano básico, demanda un enfoque sistémico para una producción y consumo sostenibles, incorporando prácticas de producción circular para mantener los rendimientos agrícolas sin dañar el medio ambiente. Las estrategias clave incluyen:
Priorizar alimentos saludables y saciantes: Optimizar el consumo diario de unas 2,600 calorías privilegiando alimentos de bajo impacto ambiental como cereales, frutas y verduras, reduciendo el consumo de carne, pescado y lácteos.
Fomentar el consumo de productos locales y orgánicos: Reducir la necesidad de fertilizantes y combustibles para calefacción mediante el apoyo a productos de temporada y de cultivo local.
Generalizar la agricultura regenerativa: Adoptar prácticas agrícolas que promuevan ciclos cerrados de nutrientes, apoyando la salud del suelo y prolongando la viabilidad de la tierra arable.
Eliminar el desperdicio de alimentos: Mejorar la gestión de transporte y almacenamiento, incrementar la refrigeración y la planificación inteligente para reducir el desperdicio en toda la cadena de suministro y a nivel de consumidor.
CONSTRUIR UN ENTORNO CIRCULAR
La rápida urbanización aumenta la demanda de materiales de construcción, lo que se ve exacerbado por el deseo de viviendas más grandes y la tendencia a vivir solo. La falta de planificación contribuye a problemas como la expansión urbana y la alta dependencia del automóvil. Las estrategias para enfrentar estos desafíos incluyen:
Eficiencia energética desde el diseño: Implementar estrategias circulares, como ‘passivhaus’, combinarlas con soluciones de energía limpia y priorizar electrodomésticos eficientes.
Reutilización de materiales: Aprovechar los materiales de edificaciones existentes, planificando urbanísticamente para facilitar futuras reutilizaciones o desmontes.
Materiales y enfoques circulares: Transicionar a materiales como madera o madera laminada en cruz, emplear construcción modular y estructuras ligeras, reduciendo el uso de cemento y acero.
Maximización de la reutilización de residuos: Convertir los residuos de construcción en materiales reciclados y fomentar techos verdes.
BIENES Y PRODUCTOS MANUFACTURADOS CIRCULARES
La industria pesada y la manufactura generan significativos residuos sólidos y tóxicos. Adoptar estrategias circulares puede mejorar la eficiencia, reducir la contaminación y proteger los medios de vida. Es crucial controlar la demanda de materiales para descarbonizar sectores como la fabricación de hierro, acero y aluminio. Las estrategias incluyen:
Sinergia y eficiencia industrial: Mejorar procesos y reducir desechos mediante una mayor colaboración entre industrias.
Extender la vida útil de maquinaria y bienes: Utilizar modelos de negocio circulares y regulaciones para garantizar la durabilidad de los productos.
Comprar lo necesario: Limitar la compra de bienes a niveles suficientes mediante políticas de impuestos a materias primas y modelos de negocio basados en compartir o pagar por uso.
Rechazar la moda rápida a favor de textiles sostenibles: Priorizar textiles naturales y locales y prendas duraderas. Promover la reutilización y reciclaje de ropa usada.
IMPULSAR LA MOVILIDAD Y EL TRANSPORTE CIRCULAR
Reducir las emisiones del transporte es crucial para la sostenibilidad global. Fomentar modos de transporte activos y electrificar vehículos son pasos esenciales. Las estrategias incluyen:
Adoptar estilos de vida y calles libres de automóviles: Fomentar el uso de bicicletas y viaje compartido en áreas urbanas, con un aumento en el trabajo virtual para reducir los desplazamientos.
Invertir en transporte público de alta calidad: Mejorar el uso de redes de autobuses, tranvías y trenes, y crear rutas de ciclismo más seguras y centros urbanos peatonalizados.
Repensar los viajes aéreos: Minimizar los viajes aéreos personales, especialmente en regiones con alta demanda de viajes de larga distancia.
Electrificar los vehículos restantes: Electrificar vehículos de transporte público y el 50% de los coches privados, contribuyendo a una menor dependencia de combustibles fósiles.
Implementar las estrategias descritas no es solo una opción, sino una necesidad urgente para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de nuestro planeta.
Al adoptar estos enfoques, no solo mitigamos los efectos adversos sobre el medio ambiente, sino que también abrimos el camino hacia un futuro más resiliente y equitativo.